La veo un brazo de distancia, podría abrazarla en menos de lo que tarda en mirar hacia mí, darle un beso en su mejilla sonrosada y alejarme de nuevo para seguir observándola, con esa dulce expresión en la cara y el fuego en la mirada. En mi mente su figura se desliza, se agita y se retuerce hasta el estado más íntimo... y me siento como durmiendo sobre una nube, como durmiendo sobre ella ^^
Te miro fijamente y mi corazón coge más fuerza,
me miras a mí y disimulo que me he dado cuenta.
Te sigo mirando y saboreo tu imagen,
Se cruzan nuestras miradas e irremediablemente soy tuyo
y soy feliz.
Ju 14-26 |