Hacen ya dos años desde nuestro primer beso... y otras cosas.
Recuerdo ese día como el más bonito de mi vida. Toda la tarde mirándonos a los ojos, mirándonos en los ojos del otro. La promesa de estar juntos, arrimaditos, durante horas y en un tranquilo silencio. Como hablamos de fidelidad. Obviamente nuestro primer beso... mi primer beso en realidad, y todos los que le siguieron. A decir verdad me intimidabas un poco: eras mayor, tenias mucha experiencia, y eras tan clara y directa con lo que querías de mi... que me asustabas.
Pero todo se esfumó cuando nos fuimos del parque. Tú tenías que coger el bus, y te levantaste primero, me ofreciste la mano para ayudarme a levantarme mientras decía que tenía ganas de acompañarte, hubiera hecho de todo por prolongar tu compañía, la cogí, me levanté... y no me la soltaste. Los dedos entrelazados y con paso firme, a día de hoy podría jurar que estabas nerviosa en ese momento, pero yo ya tenía suficiente con interpretar mis sentimientos como para pararme a pensar en los tuyos. Íbamos a despaso, era incómodo, era... extraño.
-¿Te molesta, quieres que te suelte?
-Eh.. No, no... me gusta.
-Es la primera vez que vas con una chica de la mano, ¿verdad?
-Sí =)
A día de hoy no puedo cogerte de la mano, no puedo ni estar contigo. Si realmente hay un día en el que te necesito, sin duda es hoy. Sé que no es el momento de andar a pedirte este tipo de cosas, pero realmente estar hoy contigo es importante, muy importante...
Ju 14-26 |